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 Salón blanco muy fresco

Limpieza de primavera: 25 trucos para cuidar la casa

El cambio de estación es un buen momento para hacer una limpieza a fondo en casa. Te ayudamos a organizarte con 25 ideas para empezar la primavera con buen pie.

1 Ventila y organízate

La primavera es un buen momento para hacer una limpieza general, a fondo, de toda la casa. Empieza abriendo todas las ventanas para que se ventile y se renueve bien el aire de todas las estancias. Si es posible, crea una ventilación cruzada (abriendo las ventanas de los extremos de la casa, para que el aire circule sin obstáculos y limpie la atmósfera). Después, prepara los utensilios que necesitarás (cepillos, fregonas, trapos, esponjas, gamuzas, guantes, bolsas para el aspirador...). Y planifica la limpieza por zonas, empezando por las que no se limpian a diario, que son las que más lo necesitan. Cuando comiences a limpiar, hazlo por las zonas más altas (¡no olvides las partes altas de los armarios!): el polvo caerá hacia abajo y lo recogerás todo.

2 Sigue el Feng Shui: ordena y elimina lo que no usas

El Feng Shui busca la armonía y el equilibrio de la energía que fluye a nuestro alrededor para crear bienestar en nuestra vida. Y el desorden interrumpe el correcto fluir de la energía. Para limpiar la casa según el Feng Shui, deberás eliminar todo aquello que ya no utilices. No lo tires, regálalo, porque seguro que alguien le puede sacar partido. Después, limpia las esquinas de todas las habitaciones: la energía –o chi– fluirá mejor y el espacio se percibirá más armonioso. Por último, controla el pensamiento y sé positiva. Así que no te agobies y tómate tu tiempo para la limpieza de primavera. Puedes darte un plazo de dos semanas para hacerla.

3 Apuesta por productos naturales

Vinagre, bicarbonato, sal y limón son imprescindibles para una limpieza ecológica a base de productos naturales. Por eso, cuida que no falten nunca en casa. Tienen la ventaja de que son ecológicos y no contaminan. Si para casos difíciles te decides por productos más fuertes con componentes químicos, utilízalos siguiendo las instrucciones y no los mezcles.

4 Limpia las paredes pintadas de abajo hacia arriba

Si tienes paredes de pintura lavable, puedes limpiarlas con jabón neutro o con un poco de lavavajillas diluidos en agua. Realiza la mezcla y prepara la cantidad que vayas a necesitar para toda la pared porque hay que limpiarla toda de una vez; si te paras a la mitad puedes crear una marca difícil de eliminar. Sumerge una esponja en el agua jabonosa y escúrrela bien antes de ponerla sobre la pared. Realiza movimientos ordenados para no dejarte ninguna zona sin limpiar. Un consejo: empieza por la parte inferior de la pared y trabaja hacia arriba, porque si caen gotas, irán escurriendo hacia abajo y te resultará más fácil quitarlas de una superficie que ya está limpia.

5 Aspira también los techos

En una limpieza a fondo no te puedes olvidar de los techos. El accesorio para tapicerías del aspirador va muy bien para limpiarlos. Pero si te resulta incómodo existe una solución más casera pero muy práctica para retirar el polvo. Coge un cepillo que tenga el mango largo y cúbrelo con un paño limpio, anudando los extremos o sujetándolo con una cinta o una goma. Si tienes ventiladores de techo, es el momento de limpiar sus aspas para que el polvo acumulado no se esparza al ponerlos en marcha. Por supuesto, revisa que funcionen bien.

6 Jabón neutro para las puertas

El jabón neutro diluido en agua es una buena solución para dejar impecables las puertas lacadas. Si tienen relieves, como cuarterones o marcos, lo mejor es repasarlos con suavidad, con la ayuda de un cepillo de dientes. Luego solo hay que aclarar con agua y secar con un paño que no deje pelusa. Para comprobar que no quedan marcas, mira la puerta a contraluz.

7 Viste el salón de primavera

Reemplaza los textiles de invierno por otros más ligeros y frescos. Plaids, cojines y cortinas confeccionados en algodón o lino y de colores claros harán que tu salón respire primavera. Antes de guardar los complementos de invierno, lávalos (en la lavadora, con un programa adecuado al tejido, o en la tintorería si son muy grandes o necesitan limpieza en seco). Guárdalos en bolsas textiles para que transpiren.

8 Pon alfombras más frescas

Retira las alfombras gruesas, de lana y pelo, y sustitúyelas por alfombras más frescas, como las de fibras vegetales. Tu casa se verá igual de vestida, pero con un aspecto más veraniego. Antes de guardar las alfombras de invierno, espolvoréalas con bicarbonato y deja que actúe 15 minutos. Después, aspíralas. Quedarán limpias y evitarás los parásitos y los malos olores. Si prefieres utilizar espuma seca, aplícala por zonas de 1 m2, y cuando haya pasado el tiempo que indiquen las instrucciones, retírala con un paño. Guarda las alfombras enrolladas, así no se deformarán.

9 Sin marcas de muebles

El peso de los muebles deja marcas en las alfombras porque aplasta el pelo de la zona en la que se apoyan. Para levantarlo y evitar que se noten esas marcas, coloca un cubito de hielo encima de la marca y deja que se derrita, espera hasta que se seque y luego pasa a fondo el aspirador.

10 Alcohol para los interruptores

Fíjate en los interruptores y los enchufes de toda la casa. Con el tiempo y el uso, suelen acumular suciedad. Ten mucho cuidado al manipularlos, porque son elementos por los que circula la electricidad y no se pueden mojar. Límpialos con un paño húmedo bien escurrido y si queda alguna mancha retírala con un algodón mojado en un poco de alcohol. Si el interior de los bordes ha acumulado suciedad y se ha puesto negro, deberás retirar el embellecedor levantándolo con el extremo de un destornillador para poder limpiarlo bien. En este caso, ten la precaución de hacerlo todo con la luz desconectada para evitar cualquier descarga.

11 Limpiacristales casero

Para limpiar los cristales de toda la casa, tanto de las ventanas (por dentro y por fuera) como de las mesas y vitrinas, puedes fabricar tu propio limpiador mezclando vinagre y agua y aplicándolo con un pulverizador. Otra opción es añadir al agua un poco de lavavajillas y unas gotas de amoníaco, luego seca con papel de periódico. No olvides repasar las persianas y los marcos de las ventanas.

12 Suelos de madera, sin rayas

Si tus suelos son de madera pásales una mopa con regularidad y utiliza un paño húmedo para eliminar las manchas. Si están impermeabilizados puedes limpiarlos con una fregona bien escurrida. Para eliminar las rayas lo mejor es frotar con un estropajo de acero y después aplicar una mezcla de betún marrón con cera para igualar el color de la zona.

13 Momento de limpiar a fondo los sofás

Pasa el aspirador a fondo por los sofás utilizando el accesorio especial para tapicerías, insistiendo en los reposabrazos y en la trasera. Si puedes, retira los cojines del asiento y el respaldo para aspirar el armazón. Y si descubres una mancha seca, elimínala con amoníaco o espuma seca. Pero recuerda que es más fácil eliminar las manchas cuando se producen, con un paño húmedo bien escurrido. Si se derrama algún líquido absórbelo con una esponja o un paño limpio, sin moverlo para no extender la mancha. Si cae algo de grasa aplica polvos de talco y haz que penetren con la yema de los dedos, deja que actúen unas horas y cepilla.

14 Limpia lámparas y bombillas

Limpia el polvo de las bombillas y plafones de techo con un plumero. Si tienen manchas, pásales una esponja o un paño húmedo con cuidado, sin mojarlos, y asegúrate de que estén apagados antes de empezar. Si tienes lámparas con cristales colgantes ponte unos guantes de algodón, mójate los dedos en limpiacristales o en un poco de amoníaco diluido en agua y ve pasándolos por toda la lámpara hasta que la recorras por completo; te resultará muy práctico hacerlo así porque evitarás goterones.

15 Renueva las plantas

Las plantas, además de decorar, humedecen el ambiente y algunas variedades –drácenas, potos y cintas, sobre todo– purifican el aire. Aprovecha esta limpieza de primavera para retirar el polvo que se acumula sobre sus hojas, limpiándolas con un paño suave empapado en leche. Y añade algunos centros de flor de temporada para dar un toque primaveral y natural.

16 Protege los muebles del sol

Los muebles de madera sufren cuando la atmósfera es muy seca o si están expuestos a la luz solar. Para nutrirlos, utiliza una cera o un pulimento específico para madera. Y de cara a la llegada del buen tiempo, es el momento perfecto para que revises su ubicación. Quizás solo con desplazar un poco los muebles que están más cerca de las ventanas podrás evitar que les de el sol directo y se deterioren.

17 Renueva las cortinas

Si tienes cortinas gruesas, dobles o con mucho cuerpo, cámbialas por otras más ligeras –de algodón o de lino– y de colores claros. Verás cómo todas las estancias se llenan con la luz y la atmósfera de la primavera. Antes de guardar las otras, repasa si hay algún bajo descosido o si falta algún botón en las trabillas. Luego, límpialas y guárdalas envueltas en papel de seda. Y si tus cortinas ya son frescas, lávalas con un programa antiarrugas y cuélgalas (antes, quita el polvo de la barra) cuando todavía estén húmedas: te ahorrarás el planchado.

18 Cabeceros sin polvo

Los cabeceros de madera o metal puedes limpiarlos con el plumero y aprovecha para pulirlos con un producto adecuado si es necesario. Si son tapizados, pasa el aspirador y quita las manchas con un poco de amoníaco disuelto en agua, pero sin mojar demasiado la tela.

19 Prepara la cama para el verano

Dale la vuelta al colchón, es el momento de sacar partido a los que tengan cara de verano. Para evitar los ácaros que se van acumulando con el tiempo, pasa bien el aspirador por todos los rincones, aunque tenga funda antiácaros. Lava también los almohadones, puedes hacerlo en la lavadora utilizando un programa frío y corto para los que sean de plumón, y más caliente si son sintéticos, pero no los centrifugues. Lávalos en un día soleado y deja que se sequen al aire, se apelmazarán menos. Viste la cama de primavera, con sábanas y plaids ligeros y frescos. Cambia los cojines y cuadrantes (elígelos a juego con la ropa de cama) y tendrás sensación de estrenar dormitorio.

20 Nórdicos, hasta el año que viene

Para que los edredones nórdicos abulten menos en el armario, enróllalos sacándoles bien el aire antes de introducirlos en una bolsa (mejor textil, para que transpiren). Revisa si tienen manchas. Si tienen alguna, retira el relleno aislando la zona con una goma elástica para poder lavarla mejor; hazlo a mano y cuando esté seco, vuelve a extender el relleno.

21 Lavanda para los armarios

El cambio de la ropa de temporada es el mejor momento para limpiar a fondo los armarios. Si son de madera o lacados pásales un paño bien escurrido con jabón neutro, aclara y sécalos bien. Déjalos abiertos durante un rato para evitar restos de humedad y coloca unos saquitos con lavanda que perfumarán y ahuyentarán los insectos.

22 Ordena y limpia los armarios de la cocina

La cocina necesitará una limpieza a fondo con algún producto antigrasa. Para los frentes de los armarios te irá bien un poco de lavavajillas, o de amoníaco diluidos en agua; luego aclara y seca rápidamente con un paño suave para que no queden marcas. Retira todo lo que tengan en el interior y pasa una esponja con detergente para limpiar y desinfectar. Cuando se haya secado completamente, vuelve a colocar todo de nuevo. Aprovecha para ordenar y colocar delante los productos que tengan una fecha de caducidad más próxima. También es la ocasión perfecta para revisar la caducidad de los medicamentos. Sé ecológica: lleva los caducados a la farmacia.

23 Textiles de cocina, a punto

También es el momento de poner en orden los paños de cocina, los delantales y las manoplas. Si tienen manchas lo mejor es que los dejes unas horas en remojo en agua caliente con un poco de amoníaco para ablandar las manchas. Después, lávalos en la lavadora a unos 30 ºC de temperatura y si hace falta añade lejía para prendas de color. Pero si los paños están muy deteriorados, tíralos. Comprar unos nuevos es, además de económico, una manera ideal para renovar la cocina con trapos de nuevos colores y estampados.

24 Un aire nuevo para el baño

Nuevas toallas, blancas o de colores alegres, ramos silvestres y detalles aromáticos (velas, geles...) de fragancias frescas darán un aire primaveral al baño. Y, hablando de aire, es el momento de revisar el acondicionado, cambiar los filtros y tenerlo a punto para el verano. Si tienes el motor del aire acondicionado en el falso techo del baño, revísalo antes de limpiar a fondo la estancia.

25 Zócalos y rincones

En los rincones del suelo se acumula polvo y suciedad que hay que limpiar a fondo. Si el aspirador no llega, prueba con un cepillo pequeño para levantar el polvo y luego aspíralo. Los zócalos también se ensucian y necesitarán el tratamiento adecuado al material del que sean. Los de madera, que son muy comunes, se limpian con un paño humedecido en jabón neutro. Sécalos bien y dales un poco de cera.




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Tu casa necesita energía positiva

Necesitas abrir tu casa a los cambios para que respire energía positiva. El Feng Shui te lo pone fácil. Sigue estos sencillos pasos y verás como, en poco tiempo, tu casa te reportará mucho más bienestar y desearás pasar más tiempo en ella.
  • Para empezar, puedes aumentar la fluidez liberando el espacio de objetos realizando un vacío tanto interno (armarios, altillos y cajones) como externo (paredes, habitaciones y pasillos). En ocasiones cuesta deshacerse de objetos, ropa, papeles, etc, pero en el fondo nos provocan una gran carga, así que ¡libérate!
  • Es recomendable que dejes entrar el máximo de luz natural durante el día y que ventiles toda la casa como mínimo una vez al día.
  • Utiliza cada espacio para su función. Encuentra un lugar apropiado para comer; mesa y sillas estables que hagan del tiempo de la comida un momento agradable. Utiliza el dormitorio solo para dormir y descansar; para garantizar un buen descanso se deben diferenciar los espacios de reposo de los lúdicos o de actividades relacionadas con las funciones diurnas: trabajo, televisión, ordenador…
  • Detecta de dónde vienen los malos olores y elimínalos.
  • Realiza cualquier iniciativa relacionada con el bienestar; consigue sentirte cómodo y relajado en tu casa.
  • También es positivo activar la energía con invitados. ¡La mejor comprobación es que tus amigos se sientan a gusto en tu casa!



Dormitorio_cama_ventanal

Tienes buena energía en casa!

Tu casa emana muy buena energía. Según el Feng Shui, tus respuestas indican que tu casa está decorada y organizada para generar el mejor de los ambientes y que esto haga fluir la energía positiva entre todos los espacios.
  • Mantén esa fluidez energética que se consigue cuando un espacio no está saturado de información y de objetos. La naturaleza llena vacíos; si los creas facilitas que lleguen a tu vida nuevas oportunidades; en cambio si tu casa está llena, será más difícil que se mueva la energía.
  • Conserva un orden sin ser extremista, no debe de perderse la calidez y el alma del lugar; un orden rígido se asocia energéticamente a entornos fríos y asépticos, faltos de naturalidad.
  • Continúa dejando que la luz natural bañe los espacios y fluya sin dificultades.
  • Utiliza todas las estancias.
  • Disfruta de tu hogar, adáptalo a nuevas necesidades que puedan surgir manteniendo la armonía conseguida. No dejes que tu casa se quede anclada en el pasado; adecúala a los cambios y permite que evolucione contigo y con tu familia.


 Dormitorio con almacenaje bajo escalera

La energía de tu casa puede mejorar

Estás en el buen camino porque tu casa disfruta de una buena energía, ¡pero puedes mejorarla con el Feng Shui! Sigue estos sencillos pasos de orden, iluminación y decoración, y conseguirás más energía positiva de la que ya tienes en casa.
  • Estructura los cajones y armarios y encuentra un orden que te sea fácil de mantener. El orden espacial se mimetiza con el orden mental. Por lo tanto, no debe ser solo exterior y superficial, sino también profundo: cajones, armarios, altillos…
  • Deja que entre luz y que fluya por los espacios. Acaba de conseguir esa calidez que necesitas para sentirte a gusto en casa.
  • Arregla esos objetos rotos y consigue eliminar algún mal olor puntual.
  • Si te gusta exhibir fotografías, sitúa en los lugares más públicos (recibidor, salón) algunas imágenes actuales, pero reserva para zonas privadas, como el dormitorio, las fotografías personales.
  • Determina un uso a cada estancia para evitar que se estanque la energía, incluso en aquellos cuartos que no sueles utilizar; es importante que la energía se mueva y llegue a todos los rincones.
  • Siente que controlas cada uno de los objetos que hay en tu casa, que están allí porque tú lo has decidido, y que están a tu servicio para hacer de ese espacio tu hogar.

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